¿Es posible vivir en un barco?
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Vivir en un barco puede ser un sueño hecho realidad para muchos españoles que quieren vivir más libres, ¿pero es esto posible? Desde el punto de vista legal es viable ya que la ley permite empadronarse en un barco. Desde el punto de vista logístico también es factible siempre y cuando la embarcación cuente con una eslora mínima de 10 o 12 metros y cumpla todos los requisitos legales para considerarse vivienda además de contar con una licencia para navegar. Enlazar con página estática “Home”.
En la actualidad, vivir en un barco no es más que otra de las muchas alternativas, como lo es vivir en una casa de contenedores marítimos o una casa prefabricada, que existen para comprar un piso en un edificio con hipoteca para los próximos años.
Para todos aquellos curiosos que se han preguntado en algún momento cómo sería vivir en un barco con bonitas vistas al mar llega este post, cuyo contenido se centra en las ventajas y desventajas de vivir en un barco, así como el coste económico que ello conlleva.
Ventajas de vivir en un barco
Vivir en un barco tiene muchas ventajas. La primera de estas radica en el ahorro de dinero que se produce ya que vivir en un barco sale más económico que en una vivienda tradicional. Existen en el mercado embarcaciones a partir de 15.000 o 20.000 euros que reúnen todos los requisitos para convertirse en vivienda. Un precio siendo mucho más reducido y que será mucho más fácil de asumir que el precio de una vivienda promedio en cualquier ciudad española. Sobra decir que no todos los barcos resultan tan económicos, existen embarcaciones de mayor superficie y prestaciones cuyo precio supera los 200.000 euros.
La segunda ventaja es la posibilidad de vivir donde se quiera con total libertad de navegar y descubrir nuevos lugares donde amarrarse. Con la pandemia del Covid19, la libertad de movimiento y la posibilidad de conocer nuevos lugares disfrutando de la naturaleza al más puro estilo bohemio ha cogido popularidad entre los españoles.
Desventajas de vivir en un barco
Eso sí, para vivir en un barco también es importante conocer la cara negativa de las cosas. Los barcos no son tan cómodos para vivir como lo es una casa al uso y será prácticamente imposible conseguir las mismas prestaciones y electrodomésticos. Se vivirá en un espacio más reducido y con cierta exposición al clima, el cual puede ir desde un maravilloso día soleado hasta una tormenta que agite el puerto durante horas.
Además, vivir en un barco no es nada recomendable para personas propensas a marearse. La embarcación está en continuo movimiento y puede convertirse en un suplicio para aquellas personas que se marean.
Cuánto cuesta vivir en un barco
Una vez que ya se cuenta con un barco en propiedad en el que vivir, hay que asumir una serie de costes. En primer lugar, las personas que viven en un barco suelen optar por alquilar un amarre fijo en un puerto. El precio al que estos amarres se alquilan depende principalmente de tres factores.
El tamaño de la embarcación, la época del año y el puerto en el que se quiera alquilar el amarre puesto que no es lo mismo amarrar un yate de 50 metros de eslora en Puerto Banús de Málaga que una embarcación de 12 metros de eslora en Puerto Bahía de Algeciras. El alquiler del amarre incluye en algunos puertos derecho a uso de zonas comunes, acceso a electricidad, agua etc…
Al coste de vivir en el barco hay que sumarle el gasto en combustible, el cuál variará en función de la cantidad de uso que se dé a la embarcación. Finalmente, se deberá tramitar y pagar la licencia para navegar y costear todas las reparaciones y modificaciones necesarias para cumplir con la normativa de cada puerto y municipio. Es indispensable leer la regulación de cada puerto en el que se quiera permanecer.