¿Cómo rehabilitar una nave industrial?
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Las naves industriales son inmuebles utilizados principalmente para el desarrollo de una actividad económica. Sin embargo, no todas las personas que están en posesión de una son empresarios. Algunos heredan estas naves y no saben si venderlas o alquilarlas, otros las compran directamente para desarrollar su actividad.
En la mayoría de los casos, estas naves necesitan ser rehabilitadas o bien para mantenerlas en buen estado y paliar el deterioro al que están sometidas con el paso de los años, o bien para venderlas o alquilarlas por un montante superior al de antes de las obras.
Principales elementos a reformar
Hay muchas formas distintas de enfocar la rehabilitación de una nave industrial. Mientras que en algunas reformas se pone el foco en renovar la instalación, mejorando la estructura y empleando mejores materiales, en otras se busca darle un nuevo toque cambiando el suelo, pintando. También es frecuente modernizar el inmueble instalando domótica. A continuación, nos centraremos en las modificaciones más comunes en este tipo de rehabilitaciones.
Iluminación y ventilación
La iluminación y la ventilación o climatización de la nave deben estar cuidados al detalle. Una reforma muy común es la instalación de buenos sistemas de ventilación con aire acondicionado y calefacción. También es importante contar con una buena iluminación y por ello la instalación eléctrica debe realizarse teniendo en cuenta la luz natural que se dispone en la nave y el uso que se le puede dar.
Suelo y pintura
Por otro lado, el suelo es uno de los elementos que se suelen reformar con más frecuencia. La reforma del suelo por aparición de grietas, la renovación del pavimento y un aumento o reducción de la superficie de la nave son las modificaciones principales que suelen realizarse en el suelo.
Por otro lado, los cambios en la estética de la nave suelen pasar en muchas ocasiones por el uso de pintura. Lo más habitual es pintar las paredes o barnizar muebles con el fin de darle una nueva imagen a la nave, un lavado de cara.
Modernización y domótica
Muchas veces las naves se rehabilitan con el fin de modernizarlas y subirse al carro de las nuevas tecnologías. Al final, realizar una instalación de domótica reporta muchos beneficios ya que implica tanto la implementación de sistemas que controlen la temperatura a través de la calefacción y el aire acondicionado como la iluminación a través de la instalación eléctrica.
Ventajas de rehabilitar una nave industrial
Rehabilitar la nave tiene principalmente dos ventajas. La primera de ellas es que permite habilitar la nave para realizar una actividad económica cuando se encuentra en un estado muy deteriorado e incumple la normativa vigente.
Por otro lado, si la nave industrial ya permite el desarrollo de una actividad económica en su interior, la rehabilitación llega como algo positivo. Siempre es aconsejable analizar el estado del inmueble cada cierto tiempo y ver qué elementos podrían modificarse. Cualquier mejora en la infraestructura o accesibilidad se traducirá en una mejora en las condiciones de los trabajadores y, a largo plazo, un mayor rendimiento estos.
La segunda y última ventaja de rehabilitar una nave industrial reside en la revalorización del inmueble. Incluso aquellos propietarios que estén dudando si mantener su negocio en activo o hayan decidido ponerle fin, pueden optar por rehabilitar la nave. ¿La razón? Poder venderla, alquilarla, hacer oficinas, locales comerciales etc. Por un precio superior al que podrían haberlo hecho antes de rehabilitarla. Si la inversión de capital en la reforma no es muy alta, esta operación puede reportar más ganancias al vendedor o arrendador.
Coste de rehabilitar una nave industrial
Es muy difícil estimar cuál será el coste de la rehabilitación ya que cada nave industrial es un mundo y tiene distinta superficie e infraestructura. Sin embargo, se dan dos factores que influyen directamente en el coste:
- La superficie de la nave industrial. La relación es directamente proporcional entre el precio y la superficie, a más metros cuadrados más cara la rehabilitación. Se estima que, para un inmueble de aproximadamente 200 metros cuadrados, una reforma estándar puede costar unos 30.000 o 40.000 euros.
- La complejidad de la reforma. Cuando es necesario realizar cambios importantes en la estructura de la nave, tirando las paredes, instalando domótica o haciendo laboriosas reformas de fontanería o climatización, puede disparar la factura. Todo dependerá de las modificaciones que sean necesarias o se deseen hacer.