¿Cómo convertir una nave industrial en una vivienda?
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¿Es posible convertir un inmueble destinado a una actividad económica como por ejemplo una nave industrial en una vivienda? La respuesta es sí y dada la subida de los precios de la vivienda, sigue siendo una práctica poco común pero cada vez más popular. Modificar una nave industrial para convertirla en una vivienda es posible, aunque la clasificación que tenga el suelo determinará si está permitido o no.
En este post, nos centraremos en los requisitos, trámites y costes que implica, así como las ventajas y desventajas que tiene convertir una nave industrial en una vivienda.
Características de la transformación
Las naves industriales convertidas en viviendas son inmuebles por lo general espaciosos ubicados en un terreno calificado como urbano o mixto, a pesar de que en su momento se utilizara el inmueble para uso industrial. Por lo general, las viviendas que resultan de la transformación son diáfanas y con techos altos.
Ventajas de convertir una nave industrial en vivienda
Una de las principales ventajas de transformar una nave industrial en una vivienda es el ahorro económico. Las viviendas se han encarecido mucho con el paso de los años y esto abre la puerta a aquellos que estando en posesión de un inmueble no habitable necesitan una casa y no quieren pagar los elevados precios del mercado.
Si, además, la nave industrial a reformar no requiere de muchas modificaciones, se evitará ralentizar la transformación y supondrá un ahorro en los costes de la obra. Todo varía en función de la nave industrial a convertir.
Desventajas de convertir una nave industrial en vivienda
Al mismo tiempo que pueden no hacer falta muchos cambios, puede ocurrir lo contrario y ser necesarias una gran cantidad de transformaciones o el refuerzo de la estructura convirtiéndose en una reforma más costosa. Si se trata de una nave antigua es posible que no cumpla con la nueva normativa exigida para la iluminación y ventilación y que sea imposible adaptar la nave a esa normativa.
Por último, a veces alguno de los materiales con los que se construyó el inmueble no son legales para la estructura de una vivienda al ser perjudiciales para la salud. De todos estos materiales, uno de los más comunes es el amianto. El amianto se trata de un material muy cancerígeno que está prohibido en España desde 2002 y está presente en muchas naves industriales construidas décadas atrás.
¿Qué permisos y trámites son necesarios para realizar la conversión?
Para que la conversión de la nave en una vivienda sea viable es fundamental y primer requisito que el suelo esté ubicado en un terreno urbano y no en suelo industrial. Si el suelo es industrial se considerará no habitable y por lo tanto será imposible transformar la nave en una vivienda. Por ello, lo primero que se debe hacer es acudir al Ayuntamiento para ver qué clasificación tiene el suelo.
Si se confirma que es suelo habitable es necesario tramitar la licencia de cambio de uso en el Ayuntamiento. Se deberá abonar la tasa de licencia urbanística y en caso de ser necesaria una reforma o una obra, que en la mayoría de casos lo es, se deberá presentar de nuevo al Ayuntamiento un proyecto técnico de habilitación y cambio de uso.
Después, una vez que se han seguido todos los pasos anteriores será necesario conseguir la licencia de obra. Para ello, el interesado deberá entregar documentos con información de todos los cambios estructurales y modificaciones que se van a realizar en la obra. Hasta que los técnicos del Ayuntamiento no revisen el caso y concedan la licencia no puede dar comienzo la obra.
Finalmente, cuando la obra se haya realizado, solo faltará obtener la cédula de habitabilidad y presentar el estudio de viabilidad arquitectónica. Además, aunque no es obligatorio, es aconsejable inscribir la recién convertida en vivienda en el Registro de la Propiedad como tal.
¿Cuáles son los costes de realizar la transformación?
El desembolso que supone convertir una nave industrial en una vivienda no es tan alto como puede parecer a primera vista. El coste dependerá en gran medida de las dimensiones de la nave y también de si es necesario realizar una obra menor sin afectar a la estructura o mayor.
Existen naves de grandes dimensiones que encarecen la transformación mientras que otras apenas exigen derribos. Por ello, el coste puede ir desde los 2.000 o 3.000 euros hasta diez veces más. En definitiva, es importante entender en qué condiciones está la nave y cuál es la dificultad de la reforma en cada caso.