¿Cómo cambiar de una hipoteca variable a fija?

Con la subida de los tipos de interés, muchas personas se están preguntando cuál es la posibilidad de cambiar su hipoteca de tipo variable a tipo fijo para no sufrir el efecto de la futura subida del Euríbor. Antes de conocer las opciones que existen para pasar de hipoteca variable a hipoteca fija es importante entender las ventajas y desventajas de este cambio.

Ventajas y desventajas de cambiar de hipoteca variable a fija

Las hipotecas a tipo de interés fijo tienen sus ventajas. La seguridad que aporta la existencia de una mensualidad constante que no varía y con la que es mucho más fácil planificar los gastos de acuerdo a los ingresos es un gran punto a favor. Además, se valora la estabilidad y la tranquilidad de saber que con un sueldo estable no se va a tener que asumir cuotas cada vez más altas.

El lado negativo de las hipotecas fijas se pone de manifiesto cuando el Euríbor baja. Mientras que todas las personas con hipotecas variables se benefician de la bajada del índice de referencia, las personas con hipoteca a tipo fijo deberán seguir pagando lo mismo pase lo que pase.

Previsión del Euríbor

La media mensual del Euríbor en octubre de 2022 ha sido de 2,629%, un valor que confirma la clara tendencia ascendente del Euríbor desde enero de 2021. Durante todo este tiempo las estimaciones de los expertos no han parado de reajustarse al alza sorprendiendo incluso a quienes realizaron las previsiones más optimistas.

Los analistas de Bankinter pronostican que subirá hasta el 3% durante el próximo 2023, un valor que no había aparecido desde diciembre de 2008. Esto implicará la subida del tipo de interés para aquellos que contrataron una hipoteca variable. Sin embargo, en 2024 volverá a disminuir hasta el 2,10% lo que supondrá una reducción en el coste de las hipotecas variables.

Opciones para cambiar de hipoteca variable a fija

Si se ha tomado la decisión de cambiar la hipoteca de tipo variable a tipo fijo y uno de los factores que ha condicionado la toma de decisiones ha sido la subida de los intereses en relación con el Euríbor, es importante ponerse manos a la obra y gestionar el cambio cuanto antes. 

Quienes quieren cambiar su hipoteca variable por una hipoteca fija tienen tres vías posibles por las que conseguirlo. Estas tres opciones son la novación hipotecaria, la subrogación de la hipoteca y la contratación de un nuevo préstamo.

Novación hipotecaria

La primera opción para cambiar la hipoteca de tipo variable a tipo fijo es la novación de hipoteca. Para ello el cliente deberá acudir al banco y comunicar el deseo de modificar las condiciones de su hipoteca actual, en concreto el tipo de interés. 

Una vez hecho esto, la entidad bancaria estudiará el caso en particular y la viabilidad de la operación reservándose el derecho de aceptar o declinar la propuesta de novación. Si el banco accede, deberá formalizarse la novación ante notario. El cliente tendrá que asumir una comisión por novación, gasto de formalización de la novación y la tasación de la vivienda.

 Subrogación de la hipoteca

La subrogación hipotecaria es otra posibilidad muy recomendable cuando se encuentra otra entidad que además de ofrecer la posibilidad de cambiar la hipoteca de tipo variable a fijo, ofrece mejores condiciones en lo que a cuotas, plazos de amortización o contratación de productos secundarios respecta. Habrá que asumir los gastos de subrogar la hipoteca, tasar la vivienda de nuevo y firmar ante notario la subrogación.

Contratación de un nuevo préstamo hipotecario

La tercera y última opción es contratar una nueva hipoteca. Para ello habrá que cancelar la hipoteca variable actual y formalizar la contratación de una nueva hipoteca. Con el capital recibido por la formalización de la nueva hipoteca fija se deberá saldar la deuda de la hipoteca variable anterior. Una vez amortizada la anterior deuda se debe realizar la cancelación registral de la hipoteca variable y registrar en el Registro de la Propiedad la hipoteca fija recién contratada.